Caracteristicas de la tragedia y comedia romana
Se convierte en un personaje más, involucrado en la acción y expresando opiniones subjetivas. Los personajes y las situaciones se adaptan a la realidad social y cultural de Roma. El interés por la psicología de los personajes y la exploración de sus motivaciones se acentúa.
Su participación se reduce, dando mayor protagonismo a los actores principales. La tragedia exploraba la grandeza y la miseria humana, invitando a la reflexión profunda. Los diálogos eran rápidos y ágiles, llenos de ingenio y sarcasmo.
La tragedia romana, influenciada por la griega, exploraba pasiones extremas y destinos fatales. La improvisación, en algunos casos, permitía adaptar el texto a la reacción del público. Su lucha interna y su sufrimiento eran el centro de la atención del público.
Su función principal era provocar la risa y entretener. Este determinismo impregnaba la obra de una atmósfera sombría y pesimista. La comedia romana, por otro lado, buscaba la risa a través de situaciones cotidianas y personajes arquetípicos.
El lenguaje en la tragedia romana era elevado y poético, buscando la solemnidad y la profundidad emocional. Los personajes de la comedia romana eran más planos y estereotipados, representando arquetipos sociales. Sus personajes, a menudo héroes caídos o figuras nobles, se enfrentaban a dilemas morales irreconciliables.
Estos dilemas morales los llevaban a tomar decisiones difíciles con consecuencias trágicas. El coro en la tragedia romana, a diferencia de la griega, pierde su función de comentarista objetivo.
La diferencia crucial reside en el desenlace: la tragedia culminaba en la muerte o la destrucción, mientras que la comedia resolvía los conflictos con finales felices. Los personajes se expresaban con elocuencia y pasión, revelando sus conflictos internos.
Los personajes trágicos, imbuidos de un sentido del deber y la fatalidad, luchaban contra fuerzas superiores. Seneca fue un exponente clave, enfatizando el horror y la venganza. Su función principal es intensificar el drama y crear atmósfera. La sangre y la violencia, a menudo representadas en escena, intensifican el impacto emocional.
La venganza se convierte en un tema recurrente y obsesivo.